martes, 13 de enero de 2009

La Hombrera

No pudiendo resistirme a la tentación (los .avi son débiles) y ante tamaño desparpajo de arte, me veo en la obligación moral de publicar otro video.
Temiendo herir algunas sensibilidades y por no socavar derechos inalienables como el de la intimidad, he decidido no mostrar el rostro de todos los artistas que participan en el evento.
En cualquier caso, a la menor muestra de disconformidad retiro el video y tan amigos.
Bueno, dicho esto, entre denuncia y denuncia (mi abogado se está haciendo rico, cabronazos!!) os cuento:
Letra: el que mejor la meta.
Música: (por llamarlo de alguna manera) Edu.
A la cámara: mi mejor camarada, Iria.
Al cachondeo: todo aquel cuyo ritmo cardíaco sobrepase las 2 pulsaciones por minuto.
Sois la caña....




martes, 6 de enero de 2009

Mi hamster se llamaba Rafael

A solicitud de un@ de los artistas, y en aras de preservar su intimidad quito el video.

Tremendo testimonio!!!

Voz AnNormal, coros (última sílaba de cada verso) la Sory, más coros Su, J, Barbituri, crítica musical Sienes y Sienes de veces, guitarra Edu, camerawoman (la más grande después del Spielberg) Iria Aránzazu.

Olorcillo a Chivas Regal y coca-cola en cualquiera de sus variedades.

domingo, 4 de enero de 2009

Siguiendo la corriente...

...pues eso, que hay que compartir. Y como la corriente, más allá de las modas, esta subida al carro de la web 2.0 y avanza a "martis itineribus" creo un blog, con serias dudas de si seré capaz de dedicarle el tiempo mínimo para actualizarlo.

Podría utilizar este medio para comentar sobre las materias en las que mejor me defiendo, pero no lo voy a hacer. Prefiero utilizar la tecnología (aunque solo sea en este blog) para alimentar mi espíritu onanista y desatendido de la música o la poesía.

Me viene a la boca, más que a la mente, unos versos un poco aturullados y viejos, tan viejos que en aquella época vivía en otro planeta, un planeta feo que se autodestruyó justo cuando despegaba en busca de un planeta mejor.

"Ya no te recuerdo como antaño,
ya no me das pena ni alegría,
ya no siente nada este alma mía
tu recuerdo ya no me hace daño.

Y no es que haya destendido el paño
ni siquiera hice colada todavía
al llegar me marche mientras volvía
y un día antes de aquel mes se cumplió el año.

Mi cordura hilvanada al desengaño
tu locura con su lógica cosía
al patrón de una rutina imprevisible.

Del manjar de aquella herida no rebaño:
olvidar de acordarme cada día
de ser feliz, por poder es imposible.